Diferencia y relación entre divorcio católico y divorcio civil

Cuando hablamos de divorcio católico en Colombia, nos adentramos en un tema que va más allá de los trámites legales. Aquí entran en juego las enseñanzas y principios de la Iglesia Católica, algo muy arraigado en nuestra cultura. En este blog, quiero compartir contigo no solo qué implica este tipo de divorcio, sino también cómo se distingue claramente del divorcio civil. Es un camino lleno de matices, donde se entrelazan la fe, la ley y las emociones personales. Así que, acompáñame a explorar este tema tan complejo y delicado, que toca las vidas de muchos colombianos y colombianas.

Diferencias entre divorcio civil y nulidad matrimonial católica

En Colombia, el matrimonio puede ser civil o católico, y aunque ambos son reconocidos legalmente por el Estado, hay diferencias importantes que debemos entender. Mira, en el caso de un matrimonio católico, no solo estamos hablando de un vínculo legal, sino también de un compromiso religioso, lo que se conoce como efectos canónicos. Así que, cuando una pareja decide poner fin a su matrimonio católico, legalmente pueden divorciarse, es decir, terminar la finalización de los efectos jurídicos del matrimonio. Pero aquí viene lo interesante: ante los ojos de la Iglesia, siguen siendo pareja.

Es más, en nuestro país, cuando las personas hablan de 'divorcio por la Iglesia', usualmente se refieren a la 'anulación', un concepto totalmente diferente. La anulación, o la 'nulidad matrimonial', es un proceso que lleva a cabo la Iglesia Católica. A través de este proceso, la Iglesia examina el matrimonio y puede llegar a declarar que, desde el principio, este no fue válido según sus criterios. Es decir, para la Iglesia, es como si ese matrimonio nunca hubiera existido.

Y aquí hay algo clave que debes saber: en Bogotá, por ejemplo, el Tribunal Eclesiástico normalmente requiere que se haya finalizado el proceso legal, incluyendo la cesación de efectos civiles del matrimonio y la liquidación de bienes, antes de que puedas solicitar la nulidad matrimonial. Esto es importante porque así se aseguran de que todos los derechos legales de las personas involucradas estén protegidos antes de abordar el aspecto espiritual del proceso. En resumen, aunque el divorcio termina el matrimonio en el plano legal, la anulación es un camino diferente, uno que busca la paz espiritual y la resolución en un nivel más profundo y personal.

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Causales más comunes de nulidad matrimonial

Ahora, adentrémonos en las causales más comunes de la nulidad matrimonial. Pero primero, hablemos un poco sobre las enseñanzas de Jesús. En el Evangelio de Mateo (19:3-9), Jesús nos habla sobre la unión matrimonial. Resalta que el matrimonio es una unión permanente, establecida por Dios, y nos hace reflexionar sobre la seriedad de romper ese vínculo. Menciona que solo en casos de infidelidad se justificaría una separación. Estas palabras de Jesús son la base de la enseñanza católica sobre el matrimonio y su indisolubilidad.

Sin embargo, la interpretación de estas enseñanzas varía mucho, especialmente en el contexto moderno. Mientras algunas denominaciones católicas son estrictas, otras consideran situaciones como el abuso o el abandono como causas válidas para terminar un matrimonio. Es un tema delicado, que combina la fe con la realidad de cada persona.

Pero, volviendo a las causales de nulidad matrimonial según la Iglesia Católica, encontramos varias razones por las cuales un matrimonio puede ser considerado nulo desde el principio. Entre estas causales comunes están la falta de madurez necesaria para contraer matrimonio, incapacidad para asumir las responsabilidades de ser esposos, padres o madres, la presencia de trastornos psíquicos graves, el no querer casarse para siempre o no querer tener hijos, o haberse casado bajo presión.

Además, hay situaciones sintomáticas que se toman en cuenta, como las adicciones (alcoholismo, drogadicción, ludopatía, entre otros), la irresponsabilidad grave, alteraciones psicológicas serias, violencia y maltrato, embarazos no deseados durante el noviazgo, prácticas anticonceptivas, infidelidad, y más. Todas estas circunstancias son consideradas minuciosamente para determinar si el matrimonio fue válido desde el inicio.

Paso a paso para anular un matrimonio católico

El proceso para tramitar la nulidad matrimonial católica en Colombia implica varios pasos y consideraciones, como se detalla a continuación:

1. Identificar la causal de nulidad: Antes de iniciar el proceso, es importante identificar la causal de nulidad matrimonial bajo la cual se solicita la anulación.

2. Consultar al párroco y responder un cuestionario: Se debe consultar al párroco local, quien proporcionará un cuestionario. Este cuestionario ayuda a realizar un primer discernimiento sobre las posibles causas de nulidad del matrimonio.

3. Solicitar una cita en la Vicaría Episcopal o el Tribunal Eclesiástico: Luego de hablar con el párroco, se debe solicitar una cita en la Vicaría Episcopal correspondiente o en el Tribunal Eclesiástico. En esta cita, se ayuda a redactar la solicitud de nulidad.

4. Presentar la solicitud de nulidad: La solicitud de nulidad debe presentarse ante el Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Bogotá o su delegado, solicitando previamente una cita​​.

5. Proceso de evaluación: Si ambas partes están de acuerdo, el proceso tomará alrededor de 45 días para que la jurisdicción decida si acepta o no la nulidad. En caso de desacuerdo, la iglesia citará a los testigos presentados por las partes para verificar si existen o no las razones para finalizar el matrimonio. Posteriormente, el tribunal decidirá sobre la nulidad basándose en pruebas y testimonios​​.

Este proceso puede variar ligeramente dependiendo de la diócesis y las circunstancias específicas del caso. Acá te dejo un link del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Bogotá, con preguntas frecuentes sobre nulidad matrimonial: 

Haz clic acá para abrir el link sobre preguntas frecuentes sobre nulidad matrimonial

Conclusión

Cuando nos enfrentamos al divorcio católico, entramos en un terreno donde se cruzan dos caminos: el legal y el espiritual. Legalmente, el divorcio en Colombia tiene sus procedimientos y requisitos, que son claros y concretos. Pero, cuando añadimos a la ecuación nuestras creencias y valores religiosos, la cosa se complica. Por un lado, debemos cumplir con las leyes del país, asegurando que todo esté en orden y que los derechos de cada persona estén protegidos. Pero por otro lado, está el aspecto espiritual y emocional, que no es menos importante. Muchas personas buscan la paz interior y la armonía con sus creencias. Este viaje, aunque lleno de desafíos, también puede ser una oportunidad para reflexionar sobre uno mismo, sobre nuestras decisiones y sobre cómo queremos vivir nuestra fe. En este punto, el apoyo de familiares, amigos y líderes espirituales es invaluable. Ellos pueden ser una fuente de consuelo y guía en momentos donde lo legal y lo espiritual se entrelazan de manera compleja.