En el contexto social de la familia, la figura de los hijos ocupa un lugar muy importante y en torno a ellos, giran decisiones trascendentales que moldean su futuro. Pero, ¿qué ocurre cuando los padres deben decidir, por razones diversas, quién se encargará directamente del cuidado de los pequeños? Aquí nos adentraremos en la distinción entre la patria potestad y la custodia, dos conceptos que, aunque están relacionados, tienen implicaciones y responsabilidades diferentes en la legislación colombiana.
Iniciaremos este apartado refiriéndonos a la patria potestad. Es el conjunto de derechos que la ley otorga a los padres respecto de sus hijos menores de edad, para proteger a estos en su persona y bienes. Básicamente, comprende la representación legal del hijo y la administración de sus bienes. La patria potestad se tiene independientemente de con quién tenga la custodia del hijo y se acaba cuando el hijo se emancipa, ya sea al cumplir la mayoría de edad, casarse, ser adoptado, o por decisión judicial en algunos casos. Los principales derechos de los padres respecto a la patria potestad son:
Autoridad y control sobre sus hijos menores.
Administración y beneficio económico de los bienes y patrimonio de sus hijos menores, aunque no pueden venderlos ni donarlos. Esto se llama "usufructo".
Derecho a representar legalmente a sus hijos menores, excepto en algunos casos específicos. Esto significa que los padres actúan en nombre de sus hijos en procesos judiciales, trámites administrativos, celebración de contratos, entre otros.
Autorización para que sus hijos menores realicen ciertos actos o contratos que les comprometan legal o económicamente.
Por otro lado, la custodia hace referencia a quién tiene el derecho y la responsabilidad de cuidar a los hijos en el día a día y proporcionarles un hogar. Existen 2 tipos de custodia, estas pueden ser conjuntas (compartidas entre ambos padres) o unilaterales (solo un padre tiene la custodia). A continuación te las explicaremos.
Es el lugar donde vive el menor y con quién pasa la mayor parte de su tiempo. Los derechos y obligaciones que tiene el padre que ejerce la custodia física son:
Derechos
Convivencia continua: El progenitor con custodia física tiene el derecho de vivir con el hijo y compartir el día a día.
Toma de decisiones cotidianas: Puede decidir sobre aspectos diarios de la vida del menor mientras esté bajo su cuidado.
Obligaciones
Proveer un entorno adecuado: Asegurarse de que el menor tenga un entorno seguro, amoroso y adecuado para su desarrollo.
Garantizar necesidades básicas: Debe asegurarse de que el menor tenga todo lo necesario para su bienestar diario, como alimentación, vestimenta, y un lugar seguro y estable donde vivir.
Facilitar relación con el otro progenitor: A menos que haya razones legales que lo impidan, como una orden de restricción, debe facilitar y fomentar una relación sana entre el menor y el otro progenitor.
Es la facultad que se otorga para tomar decisiones importantes sobre la vida del menor. Los derechos y obligaciones que tiene el padre que ejerce la custodia legal son:
Derechos
Toma de decisiones importantes: El progenitor con custodia legal tiene el derecho de tomar decisiones sobre aspectos importantes de la vida del hijo, tales como educación, salud, actividades extracurriculares, y decisiones religiosas, entre otros.
Acceso a información: Derecho a solicitar y recibir información sobre el hijo en instituciones como colegios, hospitales y otras entidades.
Obligaciones
Actuar en el mejor interés del menor: Todas las decisiones deben tomarse pensando en el bienestar y desarrollo integral del hijo.
Informar al otro progenitor: Es necesario mantener al otro progenitor informado sobre decisiones y eventos significativos en la vida del menor, incluso si no tiene la custodia legal.
En Colombia, la determinación de quién obtendrá la custodia física y legal de los hijos se basa en el principio del "interés superior del niño". El juez, en procesos de custodia, tiene la responsabilidad de garantizar que las decisiones tomadas sean las más adecuadas para el bienestar y desarrollo integral de los menores. Además es posible que uno de los padres obtenga la custodia total, excluyendo al otro padre, aunque no es lo más común.
Es importante aclarar que, incluso si se le otorga la custodia total a uno de los progenitores, el otro progenitor podría seguir teniendo algunos derechos, como el derecho de visitar al menor, a menos que el juez determine lo contrario por razones de seguridad. Asimismo, la custodia total no necesariamente implica la eliminación de la patria potestad.
Capacidad de los padres: Se evalúa la capacidad de cada progenitor para cuidar y atender las necesidades del menor, tanto en aspectos emocionales como en materiales.
Entorno familiar: Se tiene en cuenta el ambiente en el que el menor ha crecido y se desarrollado, y si este es estable y seguro.
Vínculo afectivo: La relación y el vínculo emocional que el menor tiene con cada uno de los progenitores y otros miembros de la familia pueden ser determinantes.
Opinión del menor: Dependiendo de la edad y madurez del niño, niña o adolescente, su opinión puede ser tenida en cuenta para determinar con cuál de los progenitores desea vivir.
Historial de violencia: Si uno de los progenitores tiene antecedentes de violencia, especialmente violencia intrafamiliar, esto puede influir de manera significativa en la decisión.
Situación económica: Aunque no es un factor determinante por sí solo, la capacidad económica de los progenitores para garantizar el bienestar del menor puede ser considerada.
Factores de riesgo: El consumo de drogas, alcoholismo, o cualquier otro factor que pueda poner en riesgo el bienestar del menor será tenido en cuenta.
Disponibilidad de tiempo: La capacidad de dedicar tiempo al cuidado y atención del menor es otro factor a considerar.
Voluntad de facilitar la relación con el otro progenitor: Es importante que el progenitor con quien resida el menor esté dispuesto a facilitar y fomentar una relación sana entre el menor y el otro progenitor.
Aspectos de salud: Si el menor tiene alguna condición de salud específica, se considerará qué progenitor puede atender mejor esa necesidad.
En resumen, la patria potestad dibuja una panorámica de deberes y derechos que recaen sobre los hombros de los padres. Este marco legal vela por el bienestar integral de los hijos, resguardando tanto su esencia humana como sus bienes materiales. Por su parte, la custodia pone bajo la lupa el día a día del menor, su convivencia y el entorno en el que se desarrolla, teniendo en cuenta que hay diferentes tipos de custodia, cada una con sus propias características y particularidades.
Recuerda que este blog es una descripción general de lo que es la patria potestad y la custodia, podría haber matices y detalles adicionales en la legislación o en la jurisprudencia. Por ello, siempre es recomendable consultar con un abogado especializado en Colombia para obtener un análisis detallado de un caso particular. Si estás en busca de asesoría legal para afrontar algún caso legal, no dudes en contactarnos y solicitar nuestros servicios. En GGC Abogados y Financieros contamos con la experiencia necesaria para llevar a término diferentes procesos legales. ¡Estamos comprometidos con proporcionar la mejor experiencia posible, creando una relación basada en la confianza y la colaboración activa.